Afirman que podemos sanar cualquier dolencia con el poder de la mente, aunque no pueden demostrarlo. Inventaron la bioneuroemoción o biodescodificación para negar el origen biológico de las enfermedades y asegurar que la cura pasa por resolver nuestros conflictos emocionales. Todos tienen el mismo origen: los postulados de Ryke Geerd Hamer, creador de la Nueva Medicina Germánica.
Algunas personas y colectivos están dando a conocer las actividades de la denominada “Bioneuroemoción” y su creador, el español Enric Corbera, acusándolos de intrusismo profesional y de penetración en ámbitos de la salud, la universidad y hasta las ONG e instituciones benéficas. Lo último que se ha sabido es la realización de un curso de Bioneuroemoción en una universidad española. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Es una terapia válida?
Enric Corbera y la “nueva medicina”
En el origen y en el centro de estas supuestas terapias se encuentra Enric Corbera, que se presenta así en su página web oficial: “Licenciado en Psicología, Diplomado en BioNeuroEmoción por Cuba, Especialista en BioNeuroEmoción, Formador en BioNeuroEmoción, Naturópata, Máster en Hipnosis Ericksoniana y en PNL, Certificado en Sofrología.
Conferenciante en diversos centros y en diversas instituciones en España, Cuba y Perú. Lleva más de 20 años estudiando el cómo las emociones afectan a la biología humana y cómo el cambio de creencias afecta a ésta. Lleva más de 10 años impartiendo su seminario de Curación Emocional o Curación Biológica y facilitando grupos de Terapia Sistémica o Constelaciones”. Puede observarse el trasfondo de terapias propias de la Nueva Era, tanto en su formación como en sus prácticas actuales.
Para entender la figura de Corbera y su propuesta terapéutica hay que referirse a la denominada “Nueva Medicina Germánica”, una doctrina cuyo mayor representante es el médico alemán Ryke Geerd Hamer y que encuentra el origen de todas las enfermedades en los conflictos emocionales o en los desequilibrios espirituales. Según sus defensores, el proceso de curación consiste en tomar conciencia de estos conflictos o desequilibrios.
En los años 90 el doctor Hamer tuvo sus momentos de fama en España por su presencia en algunos programas televisivos, pero poco después fue detenido precisamente en España y más tarde fue condenado por la Justicia francesa (antes se le había retirado la licencia para el ejercicio de la medicina). Tiene causas pendientes en otros países y su método ha sido duramente criticado por diversas instituciones. Por ejemplo, la Liga Suiza contra el Cáncer afirmó en el año 2001 que su medicina es “peligrosa, especialmente porque da a los pacientes una falsa sensación de seguridad, por lo que abandonan los tratamientos efectivos”.
De esta corriente procede la “Descodificación Biológica” o “Biodescodificación”, que mantiene esa concepción de las enfermedades y que busca a los causantes de conflictos o desequilibrios del individuo en las personas que están alrededor o en los antepasados. Una consecuencia primera de la participación en estas terapias es la separación de esas personas que supuestamente supondrían la fuente del malestar.
Junto a todo esto, no hay que olvidar que Enric Corbera utiliza el método de la Nueva Era denominado “Un Curso de Milagros”, que se basa en un libro del mismo nombre canalizado por escritura automática (dictado por una voz interior a una señora) y que es totalmente incompatible con la fe cristiana por su carácter gnóstico y panteísta. El líder de la Bioneuroemoción afirma que todo su proyecto empezó con la lectura de esta obra. También explica las razones que le llevaron de la Biodescodificación a la Bioneuroemoción.
En una de sus obras, Éste no es el evangelio que quise ofrecerte, explica, partiendo del libro Un Curso de Milagros, su convicción de que “todo lo que vivimos en este mundo es falso, que no hay nada por lo que valga la pena sufrir y sacrificarse, porque nada existe. Dedicar nuestra atención a las cosas de este mundo refuerza la creencia en su existencia, y esto nos mantiene atados al sueño, porque creemos en sus valores”. Un poco más adelante afirma que “este mundo es el infierno que queremos evitar, sin ser conscientes de que, para ir al Cielo, basta con despertar y traerlo a la Tierra”.
En Un Curso de Milagros cuenta cómo, al leer, descubrió “que las palabras solo son símbolos y que los conceptos son los que tienen que cambiar”. De esta manera, aun utilizando terminología cristiana, afirma que en verdad “el Espíritu Santo es nuestro Yo superior, el que está conectado permanentemente con la Fuente universal o Dios. […] Todo es un sueño, y nosotros creamos sus personajes y el mundo mismo. […] El cuerpo y el mundo no fueron creados por Dios, sino por el Hijo de Dios que se sintió separado del Gran Hacedor”. Por eso, reitera, “la sanación de nuestros males radica en nuestra mente”.
La Bioneuroemoción
Dicho todo lo anterior, se puede entender mejor el alcance de esta frase de Enric Corbera que resume su pensamiento y que se reproduce junto a su fotografía en muchos lugares: “Nos ponemos enfermos inconscientemente, tomamos consciencia y nos sanamos inconscientemente”.
Así define el propio Corbera esta técnica en la web del Instituto Español de BioNeuroEmoción: “es un método de investigación cuyo objetivo es: encontrar las claves emocionales, identificar la emoción Oculta que subyace detrás de todo comportamiento disonante, expresado en formas de conductas antisociales, violencia, adicciones y síntomas físicos llamados enfermedades. […] La BioNeuroEmoción es el arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta, la que se halla asociada al síntoma (la enfermedad o disonancia conductual) y el sentido que tiene desde la historia personal, familiar y transgeneracional, para hacerla consciente y así poderla tratar mediante técnicas de desaprendizaje y así favorecer la curación mediante la liberación de la emoción que hay en el inconsciente y trascender dicha emoción transformándola”.
La técnica como tal fue creada por Enric Corbera en 2008 y existe como una marca registrada, ya que “la marca BioNeuroEmoción se presenta como una filosofía y metodología con identidad propia”, según su líder. En cuanto a su funcionamiento, la Bioneuroemoción aplica diversas técnicas ampliamente utilizadas como terapias espirituales y de crecimiento personal de la Nueva Era: la Programación Neurolingüística (PNL), la hipnosis ericksoniana, la sofrología, etc. Además, asume otras teorías como los “Ciclos Biológicos Memorizados Celulares”, el proyecto sentido, el Transgeneracional y los rasgos de hermandad.
Es interesante acercarse a lo que mantienen algunas de estas teorías, tal como se cuentan en los materiales divulgados por la Bioneuroemoción. Por ejemplo, hablando de los Ciclos Biológicos Memorizados Celulares, se pone la siguiente imagen: “Por ejemplo una experiencia vivida de una caída en bici, podrá conducir al cerebro a generar un evento como el de una pérdida financiera, en la que la emoción oculta será también esa impresión de caerse y esto ocurrirá en una fecha matemática precisa que coincidirá con la fecha del evento primario”.
Si miramos lo que explican sobre el Proyecto Sentido, encontramos esto: “Es la información inconsciente que hemos recibido, es lo que nuestros padres pensaron y desearon inconscientemente en el momento de la concepción, y que permanece vinculado a nuestras vidas hasta que somos conscientes, lo reconocemos y nos liberamos. […] ¿En qué estado de ánimo se hallaban nuestros padres durante la concepción y qué ocurrió en el seno de la familia durante nuestra gestación?”.
En torno a estas supuestas terapias, la Bioneuroemoción y la Biodescodificación, se han creado varios centros como la Sociedad Española de Biodescodificación (ya desaparecida), Natural Enric (centro barcelonés de Enric Corbera), la Escuela de Descodificación Biológica Original (con sede central en Barcelona y cursos en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Tenerife), el Enric Corbera Institute (Barcelona) y el Instituto Español de BioNeuroEmoción (Barcelona). Este último organismo de Corbera imparte los siguientes cursos de “capacitación profesional” para formadores de Bioneuroemoción: Bases de la BioNeuroEmoción (96 horas lectivas), PNL e Hipnosis Ericksoniana aplicadas a la BioNeuroEmoción (96 horas), Formaciones Específicas en BioNeuroEmoción (96 horas), Identificación y Cambio de Creencias (90 horas) y Especialización en Hipnosis Eriksoniana (70 horas).
Claves para un discernimiento crítico
Hay que recordar que en marzo de 2014 el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña se desvinculó de la Bioneuroemoción y de todas las terapias análogas, en un comunicado en el que “no considera que en este momento, este modelo y prácticas derivadas cuenten con el aval y la garantía suficiente para poder ser definidos como que se sitúan en los estándares científicos y de calidad propios de la práctica psicológica”, explica, y por lo tanto afirma también que “no pueden encuadrarse en los cánones previstos en la Lex Artis propia de la profesión o el oficio de Psicólogo”.
Por si no hubiera quedado claro, el comunicado añade que “el hecho de que algunos de los valedores de este modelo y prácticas derivadas pertenezcan al COPC no supone que cuenten con el apoyo o aval de esta institución”, desmarcándose completamente de unas prácticas que considera “al margen de las reconocidas como propias por este colegio profesional”.
La Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES), organismo del Gobierno de Francia, ha advertido también sobre toda esta familia de pseudoterapias. Sin nombrar a la Bioneuroemoción –que se trata de un fenómeno de carácter más español–, sin embargo sí hace un juicio muy crítico de estas corrientes que tienen su origen en la Biodescodificación y en los métodos del Dr. Hamer, señalando sus riesgos para la salud física y psíquica de los practicantes.
Las asociaciones dedicadas al estudio del fenómeno sectario y a la ayuda a las víctimas reciben con frecuencia consultas sobre la Bioneuroemoción, sobre todo por parte de familias afectadas. Así, la plataforma nacional RedUne recibe actualmente en torno a diez consultas mensuales a través de diversos medios, y también la RIES ha sido preguntada por esta terapia. Algunas de estas asociaciones han publicado testimonios muy significativos de ex adeptos y personas afectadas, con los daños psicológicos y relacionales que ha causado su práctica.
¿Qué dice la Iglesia de todo esto?
Por parte de la Iglesia Católica, la valoración de estos sistemas de sanación espiritual ha quedado clara en el documento interdicasterial sobre la Nueva Era, Jesucristo portador del agua de la vida, donde se afirma que “la sanidad holística se centra en el importante papel que desempeña la mente en la curación física”, y por ello en estas propuestas terapéuticas “se dice que la fuente de la sanación está dentro de nosotros mismos, que la podemos alcanzar cuando estamos en contacto con nuestra energía interior o con la energía cósmica”.
De esta forma, dice el documento, “la Nueva Era implica una creencia fundamental en la perfectibilidad de la persona humana mediante una amplia variedad de técnicas y terapias (en contraposición con la idea cristiana de cooperación con la gracia divina)”. En propuestas como la Bioneuroemoción se defiende que “las personas nacen con una chispa divina, en un sentido que recuerda el gnosticismo antiguo. Esta chispa las vincula a la unidad del Todo, por lo que son esencialmente divinas, si bien participan de la divinidad cósmica según distintos niveles de conciencia. Somos co-creadores y creamos nuestra propia realidad”.
Y, al igual que hemos podido ver en las afirmaciones de Enric Corbera, el documento vaticano resume así la teología-antropología de estas corrientes: “el Ser Superior es nuestra identidad real, un puente entre Dios como Mente divina y la humanidad. El desarrollo espiritual consiste en el contacto con el Ser Superior, que supera todas las formas de dualismo”.
Por todas estas razones resulta totalmente desaconsejable cualquier colaboración de organismos y personas de la Iglesia con las actividades de la Bioneuroemoción, enmarcadas de forma clara en las pseudoterapias espirituales de carácter sectario de la Nueva Era.
Autor: Luis Santamaría del Río
Fuente: El Mundo, Aleteia