La secta Testigos de Jehová ideada por un empresario en U.S.A. no tiene nada de cristiana

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“Donde se muestra quizás más claramente su distancia respecto de todas las confesiones cristianas es en su pertinaz negación de la Divinidad de Jesucristo. Los Testigos de Jehová lo consideran sólo una criatura privilegiada; en realidad, afirman que es el arcángel Miguel transcorporalizado”

 

 

Los Testigos de Jehová predican por las calles, van con la Biblia en la mano… pero ¿se les puede considerar cristianos?

 

Los testigos de Jehová afirman que la única fuente de revelación de Dios es la Biblia, pero la interpretan de forma fundamentalista y sesgada

 

La apariencia cristiana de la secta se debe, en primer y principal lugar, a la centralidad que le dan a su (trastocada) versión de las “Sagradas Escrituras”, en su doctrina y en su vida.

 

Su “Traducción del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras” contiene multitud de errores conscientes y voluntarios que reafirman sus doctrinas, sometiendo así la revelación a los dictados de la corporación empresarial que dirige a los testigos, la Watchtower Bible and Tract Society de Nueva York.

 

Se han cambiado, por ejemplo, muchos versículos que desacreditan directamente las posiciones no cristianas de la organización sobre Dios, Jesucristo, la escatología o la Iglesia.

 

Dicho esto, hay que añadir que, partiendo de la defensa protestante del libre examen de la Escritura por parte de cada individuo iluminado por el Espíritu Santo, los testigos de Jehová han pasado a una interpretación “libre” por parte de la organización que dirige a los adeptos y les marca de forma férrea e infalible (aunque cambie según las épocas) cómo tienen que leer, interpretar y aplicar la Biblia en la vida cotidiana.

 

Algunos elementos se verán subrayados sobremanera, mientras otros aspectos de la revelación serán marginados en la doctrina y en la praxis de la secta.

 

(n. del e.) El “Informe” del teólogo Óscar Gerometta “sobre los Testigos de Jehová”, que puedes leer pulsando aquí, identifica el recorrido histórico de cómo se gestó esta secta en el corazón de un empresario adúltero (“Informe…”, página 3) y asimismo documenta cuán contrarias al cristianismo son las creencias de los Testigos de Jehová. “Donde se muestra quizás más claramente su distancia respecto de todas las confesiones cristianas es en su pertinaz negación de la Divinidad de Jesucristo. Los Testigos de Jehová lo consideran sólo una criatura privilegiada; en realidad, afirman que es el arcángel Miguel transcorporalizado” (“Informe…”, página 13).

 

En las puertas de los “Salones del Reino” (sus sedes) y en sus publicaciones leemos que pone “testigos cristianos de Jehová”, pero para ellos Jesús no es Dios, así que se sitúan fuera de la fe cristiana

 

Los testigos de Jehová defienden que Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres, pero no tiene naturaleza divina. Es hijo de Dios, pero sólo el más excelso de las criaturas, es creado y no engendrado, contraviniendo así la fe de todas las Iglesias y comunidades cristianas.

 

Según ellos, considerar a Jesús como Dios es una “paganización” de la doctrina cristiana originaria, al hacer formar parte al Maestro de una tríada ajena a la revelación bíblica. Es el segundo en importancia en el universo, siempre por debajo de Jehová.

 

Por lo tanto, el monoteísmo de los testigos de Jehová es estricto y no trinitario, y se acerca en su comprensión de la divinidad de Dios y de la identidad de Cristo a la doctrina del islam, pero añadiéndole un elemento de corporalidad de Dios, del que saben su ubicación física: su trono se asienta sobre la constelación de las Pléyades.

 

En su resumen dogmático, los testigos afirman que “Jehová es el único Dios verdadero”, y poco después dicen: “Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios, el único creado directamente por Dios. Jesús fue la primera creación de Dios… nunca pretendió ser igual a Dios”. Sin embargo, en las palabras y en las obras de Cristo puede observarse su autocomprensión divina. Puedes informarte más de “La Cristología de los Testigos de Jehová” pulsando aquí.

 

No sólo consideran a Jesús un ser creado, sino que además lo identifican con el arcángel Miguel y deforman el sentido de su muerte y resurrección

 

Jesucristo es, para los testigos de Jehová, la primera criatura creada, y que ayudó a Jehová Dios para realizar el resto de la creación. Y dicen que antes de su encarnación se llamaba Miguel, empleando la Escritura de forma retorcida. Por lo que lo identifican con el arcángel San Miguel.

 

No ha habido encarnación divina tal como la entienden todos los cristianos, sino la transferencia de la identidad preexistente de Jesús al germen de un hombre, que llegó a ser Mesías en el momento de su bautismo.

 

Por lo tanto, y como aclara el experto Manuel Guerra, para los testigos, Jesús y Miguel son la misma persona desde el momento del bautismo en el río Jordán.

 

Al morir en la cruz quedó destruido su yo, como lo afirman del resto de seres humanos. Y al resucitar recibió un cuerpo inmaterial, porque su cuerpo físico descansa incorrupto esperando ser exhibido en el milenio que precederá al fin de los tiempos. Es decir, para ellos no recuperó su vida, sino que “fue levantado como criatura espiritual divina”.

 

En las apariciones a los discípulos, lo que hizo fue asumir forma corporal, como lo habían hecho los ángeles tantas veces con anterioridad.

 

Es decir, que no ha sucedido una verdadera resurrección del ser completo de Jesús, en alma y cuerpo. Esto socava toda la fe cristiana, que como repetía san Pablo, se basa en el acontecimiento de Cristo resucitado.

 

Al respecto de apariciones de Jesús, el artículo de José Miguel Arraiz: “Los Testigos de Jehová y 1914” (pulse aquí para leerlo), ahonda en una extraña creencia  de esta secta, la cual “afirma que la venida de Cristo que esperamos todos los cristianos ya ocurrió en 1914, pero de manera invisible” (sic), resume Arraiz.

 

Porque para ellos Jesús no es Dios, los testigos de Jehová rechazan muchos elementos importantes de la vida cristiana

 

El rechazo de la divinidad de Cristo ha influido directamente en muchas de sus prácticas, que los distancian así del cristianismo, aunque se ha dado una evolución a lo largo de su historia, radicalizándose en sus signos anticristianos.

 

Esto puede verse en el rechazo a la cruz (dicen que Jesús murió en un simple madero vertical, aunque en sus inicios aceptaron la cruz y la utilizaron), a la celebración de la Navidad, a la fórmula trinitaria del bautismo, etc.

 

Por supuesto, niegan no sólo el papel de la Virgen María en la obra de la salvación, algo que es materia de discusión en el diálogo ecuménico entre las Iglesias y comunidades cristianas, sino incluso su maternidad divina, algo aceptado lógicamente por todos los cristianos.

 

El Espíritu Santo no es un ser personal para los testigos, sino la fuerza o la energía con la que Dios actúa

 

Aunque no es lo menos importante de su teología dogmática no cristiana, está su consideración de la realidad del Espíritu Santo.

 

Emplean su nombre con minúsculas y directamente no aparece en su resumen de fe. Defienden, en su monoteísmo estricto, que no puede ser una persona, sino que es “la fuerza activa de Dios… una fuerza poderosa que Dios hace emanar de sí mismo para llevar a cabo su santa voluntad”.

 

Cuando aparece en la Biblia el Espíritu Santo como sujeto de alguna acción, los testigos de Jehová contestan que quienes lo hacen son ángeles u hombres de parte de Dios.

 

Los testigos de Jehová no sólo se consideran los cristianos verdaderos, sino que rechazan fuertemente el cristianismo como obra del demonio

 

La secta equipara a todas las confesiones religiosas, sean cristianas o no, ya que los únicos cristianos de verdad en el mundo son los Testigos de Jehová. Las que denominan “organizaciones religiosas dominantes” son en realidad la bíblica Babilonia, destinada a la condenación.

 

Llegan a afirmar que “el Diablo mismo es en realidad quien recibe honra de todos los que no adoran al Dios verdadero como Él ha señalado, aunque quizás afirmen ser cristianos”. Se trata de la religión falsa.

 

Según las publicaciones de la secta, en los primeros siglos del cristianismo hubo una apostasía, ya que Satanás actuó para crear el papado en primer lugar, y después la reforma protestante.

 

Por eso los Testigos de Jehová no están dispuestos a participar en ninguna forma de diálogo ecuménico, ya que se consideran los únicos depositarios de la verdad divina.

 

 

Autor: Luis Santamaría del Río