“Generalmente podemos afirmar que las personas que son más proclives a ser víctimas de una captación sectaria son personas que están transitando por alguna etapa de pérdida o duelo; en esos momentos la confianza interna en lo que nos da contención decae y las personas nos volvemos más vulnerables a la manipulación. Es un tema complejo, pero creo que en el libro logro explicarlo con bastante claridad” (psicólogo Álvaro Farías).
El psicólogo uruguayo Álvaro Farías, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) en su libro Sectas y manipulación mental analiza el influjo que despliegan los líderes de las sectas para lograr obtener el control total de la persona -potencial sujeto a dominar- de forma tal que la llevan de su condición de sujeto a ser un mero objeto, para uso y abuso del líder y del grupo sectario.
El director de Oropel, Luis Santamaría del Río, le entrevistó sobre los contenidos de la obra.
¿Por qué un libro sobre manipulación mental? ¿Qué lo llevó a ello?
Voy a empezar por lo último para hacer un poco de historia. En el año 1991 yo vi un documental sobre el suicidio colectivo de la secta “El Templo del Pueblo”, liderada por el reverendo Jim Jones. Ver esa película documental me despertó una gran curiosidad sobre cómo había sido posible que en 1978 una persona condujera al suicidio a casi mil personas; recuerdo que al día siguiente me compré mi primer libro de sectas, libro que escribiera el P. Julio César Elizaga, pionero en el estudio de las sectas en Uruguay.
En 1991 ni pensaba en ser psicólogo, pero el tema de las sectas cautivó mi interés. Siempre digo que quedé “cautivo de las sectas”; de hecho es un tema que desde ese año y hasta hoy, ocupa gran parte de mis intereses. El tema de las sectas fue estando presente en diferentes etapas de mi vida, y después de que empecé a estudiar Psicología lo enfoco desde esa área, ya que lo considero un problema de salud mental.
En cuanto al libro en sí, es el resultado de lo que fue mi Tesina de Licenciatura en Psicología. Después le hemos hecho las adaptaciones correspondientes, tratando de mantener lo que fue en su esencia, mi tesis.
¿Qué considera que aportará su libro?
En primer lugar, creo que es un paso más hacia adelante en todo lo referente a lo que estamos trabajando desde la RIES. En mí país y en Sudamérica, me atrevería a asegurarlo, la situación es bastante diferente a lo que es Europa, es decir, no hay mucho escrito sobre el tema.
Desde ese punto de vista, creo que este libro es un buen compendio de lo que había a nuestro alcance en el momento de ser escrito. Aquél que lo tenga y lo lea, podrá tener un panorama bastante completo de la literatura existente sobre el tema. Además, en el momento de escribirlo, traté de que fuera como un viaje, es decir, que quien lo leyera pudiera hacer como un viaje en lo que es el proceso de manipulación psicológica o mental, desde la captación y el reclutamiento hasta el egreso y salida del grupo o terapia.
En ese sentido, ¿qué es lo que lleva a una persona a una secta?
A una persona lo que la lleva a la secta es, antes que nada, el engaño, el ser víctima de inescrupulosas personas que abusan y explotan a quienes, en un camino de búsqueda de respuesta espiritual o a quienes en la enfermedad buscan ayuda y creen encontrarla en lo que termina siendo una secta.
Generalmente podemos afirmar que las personas que son más proclives a ser víctimas de una captación sectaria son personas que están transitando por alguna etapa de pérdida o duelo; en esos momentos la confianza interna en lo que nos da contención decae y las personas nos volvemos más vulnerables a la manipulación. Es un tema complejo, pero creo que en el libro logro explicarlo con bastante claridad.
¿Se puede salir de una secta?
Sí, se puede, pero es muy difícil. La experiencia clínica me ha mostrado que es un camino muy complejo el del abandono: una vez que le entregamos el timón de la vida a una persona, suele ser complicado volver a asumir ser el timonel de nuestra propia vida.
Con el debido asesoramiento por parte de profesionales formados en la materia y después de un tratamiento psicoterapéutico se puede rehabilitar al ex adepto. No creo que se pueda solo, nada podemos hacer solos y en esto menos, lo único que nunca hay que perder en estos casos es la esperanza.
Autor: Luis Santamaría del Río